TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

 


Era medianoche pasada y Don Rigoberto estaba
en el cuarto de baño, entregado a sus abluciones antes
de dormir, que eran complicadas y lentas

(Después de la pintura erótica, la limpieza corporal era su
pasatiempo favorito, la espiritual no le desasosegaba tanto)

Mario Vargas Llosa




El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno situado en la esfera de los trastornos de ansiedad.

Se caracteriza por una serie de obsesiones, que pueden ser de diferente naturaleza (limpieza, orden, seriación, ideas religiosas, enfermedades...) y que martillean constantemente al paciente, que se ve en la necesidad imperiosa de realizar determinados rituales para aliviar temporalmente su obsesión.

Los casos más graves de TOC pueden suponer que el paciente pase prácticamente todo el día dedicado a sus rituales, sin poder librarse de ellos, ya que la ansiedad les resulta insoportable.



NUEVA CLASIFICACIÓN DIAGNOSTICA DEL TOC EN DSM-5

El DSM-5 introduce novedades en la clasificación del Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), creando una agrupación propia,en la que se introducen algunos trastornos que previamente estaban incluidos en los trastornos de falta de control de impulsos.


CRITERIOS DIAGNÓSTICOS TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO DSM-V


Criterios diagnósticos 300.3 (F42) 



A. Presencia de obsesiones, compulsiones o ambas: Las obsesiones se definen por (1) y (2): 



1. Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan, en algún momento durante el trastorno, como intrusas o no deseadas, y que en la mayoría de los sujetos causan ansiedad o malestar importante. 


2. El sujeto intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o neutralizarlos con algún otro pensamiento o acto (es decir, realizando una compulsión). 


Las compulsiones se definen por (1) y (2): 

1. Comportamientos (p.e. lavarse las manos, ordenar, comprobar las cosas) o actos mentales (p.e. rezar, contar, repetir palabras en silencio) repetitivos que el sujeto realiza como respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas que ha de aplicar de manera rígida. 

2. El objetivo de los comportamientos o actos mentales es prevenir o disminuir la ansiedad o el malestar, o evitar algún suceso o situación temida; sin embargo, estos comportamientos o actos mentales no están conectados de una manera realista con los destinados a neutralizar o prevenir, o bien resultan claramente excesivos. 

Nota: Los niños de corta edad pueden no ser capaces de articular los objetivos de estos comportamientos o actos mentales. 

B. Las obsesiones o compulsiones requieren mucho tiempo (p.e. ocupan más de una hora diaria) o causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. 

C. Los síntomas obsesivo-compulsivos no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (como una droga, un medicamento) o a otra afección médica. 

D. La alteración no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental (como preocupaciones excesivas en el trastorno de ansiedad generalizada; preocupación por el aspecto en el trastorno dismórfico corporal; dificultad de deshacerse o renunciar a las posesiones, como en el trastorno de acumulación; arrancarse el pelo, como en la tricotilomanía; rascarse la piel, como en el trastorno de excoriación; estereotipias, como en el trastorno de movimientos estereotipados; comportamiento alimentario ritualizado, como en los trastornos de la conducta alimentaria; problemas con sustancias o con el juego, como en los trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos; preocupación por padecer una enfermedad, como en el trastorno de ansiedad por enfermedad (antes hipocondria); impulsos o fantasías sexuales, como en los trastornos parafílicos; impulsos, como en los trastornos disruptivos, del control de los impulsos y de la conducta; rumiaciones de culpa, como en el trastorno de depresión mayor; inserción de pensamientos o delirios, como en la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos; o patrones de comportamiento repetitivo, como en los trastornos del espectro autista). 

Especificar si: 

Con introspección buena o aceptable: El sujeto reconoce que las creencias del trastorno obsesivo-compulsivo son claramente o probablemente no ciertas, o que pueden ser ciertas o no. Con poca introspección: El sujeto piensa que las creencias del trastorno obsesivo-compulsivo son probablemente ciertas. 

Con ausencia de introspección/con creencias delirantes: El sujeto está completamente convencido de que las creencias del trastorno obsesivo-compulsivo son ciertas. 

Especificar si: 

El sujeto tiene una historia reciente o antigua de un trastorno de tics. 


Especificadores 

Muchas personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) tienen creencias disfuncionales. Estas creencias son un sentido exagerado de la responsabilidad, la tendencia a sobrestimar las amenazas, el perfeccionismo, la intolerancia a la incertidumbre, otorgar excesiva importancia a los pensamientos (p. ej., la creencia de que tener un pensamiento prohibido es tan malo como el realizarlo) y la necesi-dad de controlar los pensamientos. 

Los individuos con TOC varían en el grado de conocimiento que tienen sobre la exactitud de las creencias que subyacen a los síntomas obsesivo-compulsivos. Muchas personas tienen una comprensión buena o razonable de las creencias (p. ej., el individuo cree que la casa definitivamente no se quemará, probablemente no se quemará, o quizás se queme o no si no comprueba 30 veces que se apagó la estufa). Algunos tienen poca conciencia de las mismas (p. ej., el individuo cree que la casa probablemente se quemará si no se comprueba 30 veces que se apagó la estufa), y unos pocos (el 4 % o menos) tienen una conciencia ausente de sus creencias o ideas delirantes (p. ej., la persona está convencida de que la casa se va a quemar si no se comprueba 30 veces que se apagó la estufa). La conciencia puede variar dentro de un individuo en el curso de la enfermedad. Una conciencia más pobre ha sido vinculada a una peor evolución a largo plazo. 

Hasta un 30 % de los individuos con TOC tiene un trastorno de tics en la vida. Esto es más común en los varones con el inicio del TOC en la niñez. Estos individuos tienden a diferir de los que no tienen un historial de trastornos de tics en los temas de sus síntomas del TOC, en la comorbilidad, por supuesto, y en el patrón de transmisión familiar. 

Características diagnósticas 

Los síntomas característicos del TOC son la presencia de obsesiones y compulsiones (Criterio A). Las obsesiones son pensamientos (p. ej., de contaminación), imágenes (p. ej., de escenas violentas o terroríficas) o impulsos (p. ej., de apuñalar a alguien) de naturaleza repetitiva y persistente. Es importante destacar que las obsesiones no son placenteras ni se experimentan como voluntarias: son intrusivas y no deseadas, y causan malestar o ansiedad en la mayoría de los individuos. El individuo intenta ignorar o suprimir estas obsesiones (p. ej., evitando los factores desencadenantes o mediante la supresión del pensamiento) o neutralizarlas con otro pensamiento o acción (p. ej., la realización de una compulsión). Las compulsiones (o rituales) son conductas (p. ej., el lavado, la comprobación) o actos mentales (p. ej., contar, repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo que el individuo se siente impulsado a realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo con unas normas que se deben aplicar de manera rígida. La mayoría de los individuos con TOC tiene tanto obsesiones como compulsiones. Las compulsiones se realizan típicamente en respuesta a una obsesión (p. ej., los pensamientos de contaminación que conducen a los rituales de lavado o, cuando algo es incorrecto, se produce una repetición de rituales hasta que se siente "correcto"). El objetivo es reducir la angustia provocada por las obsesiones o prevenir un acontecimiento temido (p. ej., enfermar). Sin embargo, estas compulsiones, o bien no están conectadas de forma realista con el evento temido (p. ej., disponer las cosas de forma simétrica para evitar el daño a un ser querido) o son claramente excesivas (p. ej., ducharse durante horas todos los días). Las compulsiones no se hacen por placer, aunque algunos individuos experimentan un alivio de la ansiedad o la angustia. 

El Criterio B destaca que las obsesiones y las compulsiones deben consumir mucho tiempo (p. ej., más de una hora al día) o provocar un malestar clínicamente significativo o deterioro para justificar un diagnóstico de TOC. Este criterio ayuda a distinguir la enfermedad de los pensamientos intrusivos ocasionales o de las conductas repetitivas, que son comunes en la población general (p. ej., un doble control de que una puerta está cerrada). La frecuencia y la gravedad de las obsesiones y compulsiones puede variar entre los individuos con TOC (p. ej., algunas personas tienen síntomas de leves a moderados, pueden pasar 1-3 horas por día obsesionadas o haciendo las compulsiones, mientras que otros tienen casi constantemente pensamientos intrusivos o compulsiones que pueden ser incapacitantes). 


Características asociadas que apoyan el diagnóstico 

El contenido específico de las obsesiones y compulsiones varía entre los individuos. Sin embargo, ciertos aspectos o dimensiones son frecuentes, entre las que están la limpieza (obsesiones de contaminación y compulsiones de limpieza), la simetría (la obsesión por la simetría y las compulsiones de repetir, ordenar y contar), los pensamientos prohibidos o tabú (p. ej., las obsesiones de agresión, sexuales y religiosas, y las compulsiones relacionadas) y el daño (p. ej., el temor a hacerse un daño a uno mismo o a otras personas y las compulsiones de comprobación). Algunas personas también tienen dificultades para desechar cosas y almacenan objetos (acumulación) como consecuencia de las obsesiones y compulsiones típicas, tales como el temor a dañar a los demás. Estos aspectos que se repiten en las diferentes culturas son relativamente constantes en el tiempo entre los adultos con este trastorno y pueden estar asociados con diferentes sustratos neurales. Es importante destacar que los individuos a menudo tienen síntomas en más de una dimensión. 

Los individuos con este trastorno experimentan una variedad de respuestas afectivas cuando se enfrentan a las situaciones que provocan las obsesiones y compulsiones. Por ejemplo, muchos individuos experimentan una marcada ansiedad que puede incluir ataques de pánico recurrentes. Otros refieren fuertes sentimientos de disgusto. Durante la realización de las compulsiones, algunas personas reportan un angustioso sentido de la "perfección" que genera malestar hasta que las cosas se ven, se sienten o parecen "correctas". 


Es común que las personas con este trastorno tiendan a evitar personas, lugares y cosas que puedan desencadenar las obsesiones y las compulsiones. Por ejemplo, los individuos con preocupación por la contaminación podrían evitar las zonas públicas (p. ej., los restaurantes, los baños públicos) para reducir la exposición a los agentes contaminantes temidos; los individuos con pensamientos intrusivos, referentes a causar daño, podrían evitar las interacciones sociales.


PUNTOS FUNDAMENTALES DEL TOC


1. Las obsesiones son pensamientos asociados a niveles altos de ansiedad, que son neutralizadas mediante las compulsiones, lo que impide una exposición prolongada a los niveles de ansiedad


2. Las compulsiones son conductas voluntarias, motoras o cognitivas, que terminan la exposición o los pensamientos y que suponen un alivio de la ansiedad a corto plazo, por lo que se mantienen


3. Los pacientes aprenden conductas de evitación ante los estímulos que pueden provocar las obsesiones, lo que reduce la frecuencia de exposición a los pensamientos obsesivos


4. No se conoce el origen del trastorno, aunque existe una continuidad entre la normalidad y el trastorno obsesivo, como ocurre en los otros trastornos de ansiedad. Las personas que no padecen TOC, cuando están sometidos a estados de ansiedad también tienen pensamientos inaceptables intrusivos, igual que los pacientes TOC. Unos y otros intentan resistir a estos pensamientos. Las obsesiones clínicas se diferencian de las preocupaciones normales en que las últimas se disparan por acontecimientos recientes y relacionados con aspectos normales de la vida cotidiana, mientras que las obsesiones versan sobre ideas de contaminación, sexo, religión, orden, etc. Además las obsesiones son más frecuentes, intensas y provocan mayor malestar, siendo mayores los esfuerzos para resistirlas.


5. Los pensamientos intrusivos ocurren con mayor frecuencia en situaciones de estrés, niveles altos de ansiedad y humor depresivo. Hay que hacer referencia a la mayor accesibilidad al recuerdo de cogniciones negativas cuando el sujeto se encuentra en estados disfóricos

6. Hay alguna evidencia de cierta vulnerabilidad biológica y psicológica para el desarrollo de este trastorno ya que estas personas tienden a reaccionar con fuerte activación fisiológica ante el estrés.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS DEL TOC

El contenido de las obsesiones en el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) son pensamientos, imágenes o impulsos que son personalmente inaceptables, pudiendo ser muy variados. Cuanto más inaceptables e intrusivos sean, producirán mayor ansiedad, y el sujeto se verá urgido a llevar a cabo los rituales compulsivos que disminuirán momentáneamente la ansiedad, o que en caso de no hacerlo percibiría que se encontraría peor. Algunas de las obsesiones más comunes son:


IDEAS DE CONTAMINACIÓN


Pensamientos de sufrir daños o contagiar a otros por contacto con sustancias que pueden ser peligrosas: suciedad, gérmenes, sangre, radiación, venenos, personas enfermas, cristales rotos, etc. La compulsión más frecuente es lavarse y ducharse muchas veces de acuerdo a un ritual, o lavar la ropa y los platos. 


En estos casos el paciente suele desarrollar conductas de evitación de entrar en contacto con objetos contaminados o que puedan trasmitir la contaminación. En algunos casos la conducta es llevar guantes, abrir puertas o dar la luz con el codo o evitar el contacto corporal con otras personas. 

La incapacitación de estos pacientes puede llegar a ser extrema, ya que el tiempo que dedican a los rituales y conductas de evitación pueden impedir realizar el trabajo y las actividades sociales habituales.

REASEGURACIÓN


Consultar a un médico o alguien que le diga que tiene mala cara o comprobarlo por si mismo.

VIOLENCIA FÍSICA


Hacia sí mismo o hacia los demás. Por ejemplo pensar en matar a otro con un cuchillo, sentir el impulso de empujar a alguien frente a una ventana, etc. En este caso las conductas compulsivas pueden consistir en buscar reaseguración, comprobar que no ha producido ningún daño, etc. Las conductas de evitación pueden implicar evitar estar solo con las personas a las que se piensa que se puede herir, no tener cuchillos de metal, etc.

DAÑOS ACCIDENTALES


Tanto por contagio como por violencia. Por ejemplo, miedo a que se produzca una explosión de gas, producir un accidente de tráfico, dejar la puerta de casa abierta con la posibilidad de un robo, etc. En este caso las compulsiones pueden ser de comprobación: examinando puertas, llaves del gas y luz, repetir el recorrido con el coche, etc.

ASPECTOS RELIGIOSOS


Como pensamientos blasfemos, dudas religiosas, etc, con conductas compulsivas como rezar, confesarse, hacer penitencia etc, o también 

PREOCUPACIONES SEXUALES 


(cometeré una violación, haré exhibicionismo) con conductas compulsivas que pueden consistir en concentrarse en pensamientos alternativos y evitación de personas del sexo opuesto, etc.


PENSAMIENTOS SOBRE LA MUERTE DE ALGUIEN


Con conductas compulsivas que implican formarse la imagen de las mismas personas vivas.

ORDEN


Incluye la colocación de objetos en un lugar concreto, hacer las cosas en un determinado orden de acuerdo a una secuencia o número específico de repeticiones.

TONADILLAS MUSICALES


Que se quedan pegadizas, palabras o imágenes de escenas que el sujeto no puede apartar de su mente. También puede pensar que el sujeto se sienta compelido a contar cosas. Los rituales de repetición de un cierto número de veces son especialmente frecuentes en las personas con obsesión de lavado o repetición.


ACUMULACIÓN


Las personas temen tirar cualquier cosa por si fuera valiosa y pueden comprobar durante horas antes de desechar cualquier cosa, acumulando una extraña colección de objetos inútiles, de forma que en ocasiones no se pueden mover en su propia casa a causa del número de objetos acumulados (síndrome de Diógenes).

LENTITUD COMPULSIVA


Es un trastorno especialmente problemático. En este caso las actividades rutinarias normales, como levantarse de la cama, cepillarse los dientes, vestirse o bañarse pueden llevar horas, debido a la necesidad de comprobaciones mentales o por seguir una rutina programada. Afecta especialmente a conductas autoiniciadas, no inducidas por estímulos externos. Cuando se les da órdenes y se les somete a un ritmo, no se observa enlentecimiento, incluso con órdenes grabadas desaparece la lentitud, pero los efectos no se mantienen a largo plazo, lo que hace difícil el tratamiento.

MODELO EXPLICATIVO TOC


TRASTORNOS CON OBSESIONES Y COMPULSIONES QUE NO SON TOC

En ocasiones se presentan pacientes con un cuadro de ansiedad, y la presencia de conductas obsesivas y compulsiones (conductas ritualistas para frenar la obsesión), que comparten las características diagnósticas de un TOC, pero pertenecen a otros trastornos que cuentan para su diagnóstico con conductas TOC.


Estos son: 

  • Preocupaciones excesivas (Trastorno de Ansiedad Generalizada)
  • Trastorno por el aspecto físico (Trastorno Dismórfico Corporal)
  • Dificultad para deshacerse o renunciar a posesiones (Trastorno de acumulación)
  • Compulsión de arrancarse el pelo (Tricotilomanía)
  • Compulsión por rascarse la piel (Trastorno de Excoriación)
  • Esterotipias (Trastorno de movimientos estereotipados)
  • Comportamiento alimentario ritualizado (Trastorno de la conducta alimentaria)
  • Comportamientos ritualizados presentes en trastornos adictivos y juego
  • Obsesión por padecer una enfermedad (Trastorno de ansiedad por enfermedad)
  • Obsesiones o impulsos relacionados con fantasías sexuales (Trastornos parafílicos)
  • Impulsos (Trastornos disruptivos del control de impulsos y de la conducta)
  • Obsesión con sentimientos de culpa (Trastorno de depresión mayor)
  • Pensamientos obsesivos y delirios (Esquizofrenia y trastornos psicóticos)
  • Patrones de comportamiento repetitivo (Trastornos del espectro autista)

En todos estos trastornos aparecen obsesiones y/o compulsiones, pero el diagnóstico no es un trastorno obsesivo-compulsivo, sino que figura entre las características de los trastornos mencionados.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL EN TOC

TRASTORNOS DE ANSIEDAD

En estos trastornos también puede haber pensamientos recurrentes, conductas de evitación y preguntas repetitivas para tranquilizarse, sin embargo las preocupaciones, que son los pensamientos recurrentes en los trastornos de ansiedad generalizada, se relacionan con preocupaciones de la vida real, a diferencia del TOC, que pueden incluir contenido extraño, irracional o de naturaleza mágica. 

En los trastornos de ansiedad esos pensamientos obsesivos no se asocian con conductas neutralizadoras, como en el TOC. 


TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR


La diferencia entre las preocupaciones que acompañan ambos trastornos, es que en la depresión, los pensamientos se relacionan con el estado de ánimo y no se experimentan como intrusivos, además de no vincularse con compulsiones como en el TOC.

OTROS TRASTORNOS OBSESIVOS-COMPULSIVOS Y TRASTORNOS RELACIONADOS

En el trastorno dismórfico corporal, las obsesiones y compulsiones se limitan a la preocupación por un supuesto defecto físico.

En la tricotilomanía no existen obsesiones, sólo la conducta compulsiva de arrancarse cabellos. 

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO EN NIÑOS

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad en el que el niño o adolescente presenta generalmente obsesiones y también compulsiones, aunque a veces sólo tiene obsesiones o sólo compulsiones.


Al menos alguna vez el niño reconoce que las obsesiones o las compulsiones son excesivas o absurdas. Las obsesiones se definen como ideas, impulsos o imágenes mentales recurrentes que el niño tiene sin querer (no las puede evitar aunque no le gusten) y que le producen mucha ansiedad o distress. No se trata de simples preocupaciones sobre problemas de la vida diaria. El niño intenta ignorarlas o suprimirlas y generalmente reconoce que son producto de su mente y no son reales.


Las compulsiones se definen como comportamientos repetitivos (lavarse las manos, ordenar cosas, asegurarse de cosas) o acciones mentales (contar, repetir palabras, rezar) que el niño se siente empujado a hacer en respuesta a una obsesión, o según reglas aplicadas rígidamente. Estos comportamientos repetitivos tienen por objeto prevenir o reducir la ansiedad o evitar que pase algo malo, aunque no tienen conexión con la acción que intentan prevenir o son claramente excesivas.


Cómo se presenta el TOC en niños

Obsesiones

  • Temor a contaminarse. 
  • Temor a causar daño a otros o a que le pase algo a los padres, familia… 
  • Ideas agresivas o de contenido sexual. 
  • Escrupulosidad / religiosidad excesiva. 
  • Pensamientos prohibidos. 
  • Necesidad de simetría. 
  • Necesidad de decir o confesar.

Compulsiones

  • Lavarse. 
  • Repetir una acción hasta hacerla “bien”. 
  • Asegurarse (de haber cerrado la puerta, de haber cerrado el agua…). 
  • Tocar. 
  • Contar objetos o hasta un determinado número. 
  • Ordenar. 
  • Acumular (no poder tirar nada). 
  • Rezar. 



Más del 85% de los niños que sufren TOC tienen compulsiones de lavarse, y deben pasar varias horas al día lavándose las manos (u otra parte del cuerpo). A veces hasta se hacen heridas por tanto lavarse.



El 51% tienen compulsiones de repetir acciones, y pasan horas al día vistiéndose de forma “correcta”, o repasando los deberes y haciéndolos una y otra vez si cometen un error (no toleran borrar un error o tacharlo). La tercera compulsión más frecuente es asegurarse, que está presente en el 46% de los niños afectados, y pasan mucho tiempo mirando a ver si han cerrado bien la puerta de casa, o el grifo, o preguntando a los padres si han apagado el gas o cerrado el coche con llave, etc.

Las obsesiones pueden variar con la edad, por ejemplo, un niño pequeño puede temer que le hagan daño a él o a sus padres (a que un ladrón entre por la ventana o puerta abierta), y realizará compulsiones de comprobación de las cerraduras antes de acostarse.

Un niño en edad escolar puede tener miedo a contagiarse de alguna enfermedad o a los gérmenes, y realizará rituales de lavarse de forma repetida. Cierta obsesividad y compulsividad son normales en niños pequeños, entre los 2 a los 10 años, y en los adolescentes. Debe distinguirse ésta obsesividad o rigidez normal para la edad del TOC.

Los rituales a la hora de dormir o en la higiene o la eliminación son frecuentes en niños pequeños y no representan patología, pero si duran mucho tiempo todas las noches o si no disminuyen con la edad pueden sugerir la existencia de un problema. El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) afecta a uno de cada 200 jóvenes y en muchos casos tiene un impacto grave sobre su funcionamiento académico, social o familiar. Sin embargo, pocos niños son diagnosticados y aún menos son tratados correctamente. El TOC es uno de los grandes desconocidos entre los trastornos de ansiedad en los niños.

Muchos niños lo sufren en silencio hasta que sus padres se dan cuenta, pero a veces tampoco ellos piden ayuda, convirtiéndose en un problema secreto, del que no se habla o se hace con vergüenza. Otras veces se confunde con “manías” o costumbres del niño, o con una personalidad limpia o muy ordenada. El TOC en niños empieza entre los 7 a 10 años (coincide con los primeros años de educación primaria, pero no es ésta su causa) y tiene una prevalencia de vida de entre 0,3 al 1,9 % en niños y adolescentes. Un 33% de los adultos con TOC dicen que sus síntomas empezaron en la infancia. Frecuentemente el niño se avergüenza de sus compulsiones porque no son lógicas, pero no las puede evitar, por miedo a que algo mucho peor suceda.

A veces los síntomas afectan mucho al niño en el colegio (no pudiendo usar los baños por miedo al contagio, repitiendo los ejercicios una y otra vez a pesar de que el maestro diga lo contrario…). Otras veces sólo están presentes en casa, y los padres pueden creer que el niño los hace para “fastidiarles”.
Causas del TOC

No se sabe todavía la causa del TOC, aunque sí sabemos que no surge como respuesta a un supuesto “conflicto intrapsíquico” ni tampoco por un “conflicto sexual reprimido” como decían las teorías psicoanalíticas antiguas. Tampoco se debe al efecto de los padres sobre el niño, ni al nacimiento de un hermano menor, ni al estress del colegio, etc. Por la eficacia de los antidepresivos inhibidores de recaptación de serotonina (ISRS) en el tratamiento del TOC, se piensa que se debe a una alteración de la serotonina.

Estudios genéticos indican que el TOC tiene relación con algunos trastornos por tics, como el trastorno de Tourette (tics motores y vocales). Se han encontrado también alteraciones en la funcion en circuitos cerebrales que comunican una zona del encéfalo, los ganglios basales, con la corteza cerebral, y en concreto en una zona llamada núcleo caudado.

Algunos niños con una infección de garganta por estreptococo tienen un brote posterior de TOC, producido por una respuesta autoinmune de anticuerpos contra el estreptococo que lesionan zonas del núcleo caudado.

Cómo se trata el TOC en niños

La mayoría de los niños con TOC se pueden tratar y mejoran con una combinación de tratamiento psicológico de tipo cognitivo conductual llamado de “exposición y prevención de respuesta” (E-PR) y un medicamento del grupo de los antidepresivos inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS) (fluoxetina, sertralina, paroxetina, o fluvoxamina).

Generalmente se necesita un tratamiento farmacológico más largo (más de 1 año) y una dosis superior a la necesaria para tratar la depresión, pero si se hace correctamente, se obtienen resultados muy satisfactorios. En los casos donde hay un posible origen en una infección con estreptococos se puede tratar con antibióticos y terapia inmunológica para retirar los anticuerpos dañinos que están atacando al núcleo caudado. La psicoterapia psicoanalítica no ayuda en niños con TOC y hace perder meses o años de tiempo muy valioso.

Parte del tratamiento conductual incluye enseñar al niño y a los padres a hablar de una forma diferente del TOC, y separar lo que es el niño de lo que es el TOC. El niño aprende a anticipar los pensamientos involuntarios y absurdos, y se le enseña poco a poco a evitar hacer la compulsión. Por ejemplo, se le hace tocar un picaporte y resistir el impulso de lavarse las manos. Mientras el niño no puede lavarse se hacen ejercicios de relajación, de valoración realista del riesgo, y de distracción, así, disminuye la ansiedad sin recurrir al acto compulsivo. Poco a poco el niño va eliminando las compulsiones, primero las más sencillas, las que le cuestan menos. Además del trabajo en el despacho, el niño realiza ejercicios en casa con sus padres.

La asociación del tratamiento conductual a la medicación, aumenta la probabilidad de que el niño siga sin síntomas cuando en el futuro se interrumpa gradualmente la medicación. Es importante que los padres que crean que su hijo pueda estar sufriendo TOC acudan pronto a su pediatra o psiquiatra infantil.

TERAPIA COMBINADA CON FARMACOLOGIA EN TOC

El trastorno obsesivo compulsivo es una patología muy grave por la invalidez y sufrimiento que ocasiona a los pacientes. Los antidepresivos ISRS, especialmente fluoxetina y fluvoxamina, han demostrado su eficacia para mejorar los síntomas del TOC y son la primera elección en la mayoría de los casos. Por otra parte, esta unánimemente aceptado que la cloripramina es el tratamiento de máxima eficacia cuando los síntomas son múltiples y afectan de forma importante a la vida del paciente, y los IMAO también son eficaces en los casos resistentes.


Asimismo, parece cada vez más claro que el efecto antiobsesivo de los fármacos no depende de depresión asociada al trastorno obsesivo compulsivo.


La terapia de conducta ha demostrado su utilidad en el tratamiento del TOC y puede ser eficaz como único tratamiento, cuando se trata de pacientes con síntomas de moderada intensidad accesibles a la terapia de exposición en vivo con prevención de respuesta, es decir, con predominio de ansiedad asociada a rituales. Cuando se trata de pacientes con predominio de síntomas cognitivos, las técnicas conductuales tienen una utilidad más limitada.

TRATAMIENTO PSICOLÓGICO DEL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

En este trastorno además de trabajar sobre los pensamientos obsesivos y las compulsiones (manifiestas o encubiertas), habrá que trabajar la comorbilidad que habitualmente le acompaña (depresión, ansiedad, etc).

En lineas generales, el tratamiento de las obsesiones y compulsiones podría seguir estas pautas generales:






EL ESPECTRO DEL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO

Una de las principales dificultades en el tratamiento del TOC es que frecuentemente está asociado con otros trastornos psicopatológicos, configurando lo que se conoce como espectro del trastorno obsesivo-compulsivo.


Estos son los trastornos más frecuentes asociados con el TOC:








El más frecuente es la depresión, de forma que entre un 23 y un 38% de los pacientes TOC padecen depresión mayor, y un 80% presenta síntomas depresivos como afecto negativo, sentimientos de culpa y baja autoestima.


El TOC también presenta comorbilidad con distintos trastornos de ansiedad como son la fobia social (26%), las fobias específicas (20%) o el trastorno de ansiedad generalizada (16%).

Igualmente entre un 20 y un 30% de personas afectadas por TOC han tenido o tienen tics. A este respecto se evidencia que la mitad de las personas que sufren el síndrome de Gilles de la Tourette presentan TOC. 

Respecto al trastorno dismórfico corporal, dado que algunos síntomas se asemejan al TOC, hace que a pesar que se considera un trastorno somatoformo, algunos clínicos lo consideren dentro del espectro obsesivo compulsivo.

También aparecen en un elevado porcentaje de los casos de TOC (en torno al 50%) repertorios conductuales propios de la personalidad obsesiva (escrupulosidad, tesón, rigidez, excesiva importancia a los detalles, perfeccionismo, etc.

TRASTORNOS QUE SE PRESENTAN CON EL TOC (COMORBILIDAD)

Los individuos con TOC con frecuencia tienen otras psicopatologías, a esto se le llama comorbilidad.

Un 76% de las personas que padecen TOC tienen diagnosticado un trastorno de ansiedad, como trastorno de pánico, ansiedad social, trastorno de ansiedad generalizada o foia específica. 

Un 63% de los pacientes TOC tienen un trastorno depresivo o bipolar, siendo el más común el trastorno depresivo (41%).

El inicio del TOC suele ser más tardío que los trastornos de ansiedad comórbidos (excepto trastorno de ansiedad por separación y trastorno por estrés postraumático), sin embargo, los trastornos depresivos suelen aparecer después de la sintomatología TOC.

Es bastante frecuente (entre el 23 y 3l 32%) la comorbilidad entre el trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva. 

DESARROLLO Y CURSO DEL TOC

PREVALENCIA


Esta enfermedad está presente a nivel internacional en un 1.1 a 1,8% de la población. Es más frecuente en mujeres en la edad adulta, aunque los varones se ven más frecuentemente afectados en la infancia.


DESARROLLO Y CURSO


Esta enfermedad suele debutar en la adolescencia tardía (hacia los 20 años), aunque al menos un 25% se inicia a los 14 años. Es inusual que aparezca después de los 35 años.

Los varones tienen una edad más temprana de inicio (antes de los 10 años). El inicio de los síntomas suele ser gradual. En caso de no tratarse, el curso suele ser crónico con momentos crecientes y decrecientes.

Si el TOC aparece en la infancia o la adolescencia, puede conducir a un TOC de por vida. Este trastorno puede verse afectado por otros trastornos que aparecen a la vez (comorbilidad)


En los niños se diagnostican más fácilmente las compulsiones, al ser observables, aunque ellos también tienen obsesiones. El patrón de síntomas es más variable en niños que 


Las compulsiones se diagnostican en los niños con más facilidad que las obsesiones porque son observables. Sin embargo, la mayoría de los niños tiene tanto obsesiones como compulsiones (como la mayoría de los adultos). El patrón de síntomas en los adultos puede ser estable en el tiempo, pero es más variable en los niños, igualmente el contenido de las obsesiones puede diferir según el momento evolutivo. 

FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO


Temperamentales. Los síntomas de interiorización, la mayor emotividad negativa y la inhibición del comportamiento en la infancia son posibles factores de riesgo temperamental. 

Ambientales. El maltrato físico y sexual en la infancia y otros sucesos estresantes o traumáticos se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar TOC. Algunos niños pueden desarrollar repentinamente síntomas obsesivo-compulsivos que se han asociado con diferentes factores ambientales, incluidos varios agentes infecciosos y un síndrome autoinmune post infeccioso. 


Genéticos y fisiológicos. La tasa de TOC en los familiares de primer grado de los adultos con TOC es aproximadamente dos veces mayor que entre los familiares de primer grado de los que no tienen el trastorno; sin embargo, entre los familiares de primer grado de los individuos con un inicio del TOC en la niñez o en la adolescencia, la tasa se incrementa 10 veces. Esta transmisión familiar se debe en parte a factores genéticos (p. ej., una tasa de concordancia de 0,57 para los gemelos monocigóticos frente a 0,22 para los gemelos dicigóticos). La disfunción de la corteza orbitofrontal, de la corteza cingulada anterior y del cuerpo estriado está fuertemente implicada. 

ASPECTOS DIAGNÓSTICOS RELACIONADOS CON LA CULTURA


El TOC está presente a nivel mundial, presentando la misma distribución en sexo, edad de inicio y trastornos asociados. . Además, en todo el mundo existe una estructura similar de síntomas que implican limpieza, simetría, acumulación, pensamientos tabú o miedo al daño. Sin embargo, existen variaciones regionales en la expresión de los síntomas, y los factores culturales pueden configurar el contenido de las obsesiones y compulsiones. 


ASPECTOS DIAGNÓSTICOS RELACIONADOS CON EL GÉNERO


Los varones presentan una edad más temprana de inicio de los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo que las mujeres y tienen mayor probabilidad de tener un trastornos de tics. 

Las mujeres son más propensas a tener compulsión con la limpieza y los varones con pensamientos prohibidos y simetría. En habitual en mujeres con TOC un incremento de sintomatología tras el parto, así como síntomas que pueden interferir en la relación de la madre con el bebe.