PREVALENCIA
Esta enfermedad está presente a nivel internacional en un 1.1 a 1,8% de la población. Es más frecuente en mujeres en la edad adulta, aunque los varones se ven más frecuentemente afectados en la infancia.
DESARROLLO Y CURSO
Esta enfermedad suele debutar en la adolescencia tardía (hacia los 20 años), aunque al menos un 25% se inicia a los 14 años. Es inusual que aparezca después de los 35 años.
Los varones tienen una edad más temprana de inicio (antes de los 10 años). El inicio de los síntomas suele ser gradual. En caso de no tratarse, el curso suele ser crónico con momentos crecientes y decrecientes.
Si el TOC aparece en la infancia o la adolescencia, puede conducir a un TOC de por vida. Este trastorno puede verse afectado por otros trastornos que aparecen a la vez (comorbilidad)
En los niños se diagnostican más fácilmente las compulsiones, al ser observables, aunque ellos también tienen obsesiones. El patrón de síntomas es más variable en niños que
Las compulsiones se diagnostican en los niños con más facilidad que las obsesiones porque son observables. Sin embargo, la mayoría de los niños tiene tanto obsesiones como compulsiones (como la mayoría de los adultos). El patrón de síntomas en los adultos puede ser estable en el tiempo, pero es más variable en los niños, igualmente el contenido de las obsesiones puede diferir según el momento evolutivo.
FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO
Temperamentales. Los síntomas de interiorización, la mayor emotividad negativa y la inhibición del comportamiento en la infancia son posibles factores de riesgo temperamental.
Ambientales. El maltrato físico y sexual en la infancia y otros sucesos estresantes o traumáticos se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar TOC. Algunos niños pueden desarrollar repentinamente síntomas obsesivo-compulsivos que se han asociado con diferentes factores ambientales, incluidos varios agentes infecciosos y un síndrome autoinmune post infeccioso.
Genéticos y fisiológicos. La tasa de TOC en los familiares de primer grado de los adultos con TOC es aproximadamente dos veces mayor que entre los familiares de primer grado de los que no tienen el trastorno; sin embargo, entre los familiares de primer grado de los individuos con un inicio del TOC en la niñez o en la adolescencia, la tasa se incrementa 10 veces. Esta transmisión familiar se debe en parte a factores genéticos (p. ej., una tasa de concordancia de 0,57 para los gemelos monocigóticos frente a 0,22 para los gemelos dicigóticos). La disfunción de la corteza orbitofrontal, de la corteza cingulada anterior y del cuerpo estriado está fuertemente implicada.
ASPECTOS DIAGNÓSTICOS RELACIONADOS CON LA CULTURA
El TOC está presente a nivel mundial, presentando la misma distribución en sexo, edad de inicio y trastornos asociados. . Además, en todo el mundo existe una estructura similar de síntomas que implican limpieza, simetría, acumulación, pensamientos tabú o miedo al daño. Sin embargo, existen variaciones regionales en la expresión de los síntomas, y los factores culturales pueden configurar el contenido de las obsesiones y compulsiones.
ASPECTOS DIAGNÓSTICOS RELACIONADOS CON EL GÉNERO
Los varones presentan una edad más temprana de inicio de los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo que las mujeres y tienen mayor probabilidad de tener un trastornos de tics.
Las mujeres son más propensas a tener compulsión con la limpieza y los varones con pensamientos prohibidos y simetría. En habitual en mujeres con TOC un incremento de sintomatología tras el parto, así como síntomas que pueden interferir en la relación de la madre con el bebe.
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